La energía es un recurso fundamental e imprescindible para la implantación y desarrollo de cualquier tipo de actividad económica. Desde finales del siglo pasado, la incidencia de las políticas energéticas se ha reflejado en una nueva y gran implantación de centrales de producción energética en casi todo el territorio ibérico. La disponibilidad de infraestructuras de abastecimiento de gas y para la distribución de la electricidad ha permitido el establecimiento de centrales térmicas de ciclo combinado en el interior peninsular, y ha reforzado su posición en las zonas periféricas con grandes puertos. Por otra parte, las energías renovables han cambiado por completo el modelo de distribución centralizado de las centrales eléctricas, con un proceso de expansión territorial desconocido hasta entonces. Todo ello con el fin de disponer de un óptimo aprovechamiento de estas energías, preferentemente las solares (fotovoltaica y termosolar), eólica, minihidráulica y biomasa.
Este desarrollo de los sectores energéticos ha provocado el surgimiento de abundantes y diversos paisajes relacionados. Con este eje temático se pretende reflexionar sobre los distintos y necesarios análisis geográficos que contribuirán, sin duda, a una buena implantación de futuras actuaciones.
